Mujeres en las Industrias Culturales y Creativas

En 2018, una de las chefs más destacadas de Bolivia, Marsia Taha, llevó a cabo una experiencia extraordinaria en Washington al preparar una deliciosa sajta, uno de los platos emblemáticos de la cocina boliviana, en las oficinas de la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Lo destacado es que lo hizo utilizando ingredientes bolivianos, deleitando a decenas de personas con su mágica sazón y creatividad sin límites, en un evento que presentó a cuatro innovadores bolivianos que están transformando el país. Elegida recientemente como la mejor chef femenina de América Latina, Marsia representa el espíritu de esta publicación: las industrias culturales y creativas impulsadas por acciones de mujeres.

En un mundo donde la creatividad y la innovación son los motores del crecimiento económico, estas industrias se han convertido en una fuerza transformadora que impulsa el desarrollo económico y turístico y la inclusión social en nuestra región. El BID impulsa desde hace más de una década las industrias culturales y creativas como generadoras de empleo y crecimiento, especialmente para los jóvenes y las mujeres.

También conocidas como la economía naranja, son mucho más que una tendencia; son un motor económico global. A nivel mundial, las industrias culturales y creativas representan el 3% del PIB y generan 25,9 millones de empleos. En nuestra región, estas industrias alcanzan el 2,2% del PIB y han generado casi 1,9 millones de puestos de trabajo, convirtiéndose en un sector fundamental para la recuperación económica y la creación de oportunidades. Sus múltiples sectores —desde el diseño, la moda y la gastronomía hasta los videojuegos, la música y el cine— no solo contribuyen a la innovación de servicios y bienes, sino que también fomentan la diversidad y la inclusión en las sociedades y mercados laborales, empoderando a quienes históricamente han sido subrepresentados, como las mujeres.

En estas industrias, las mujeres no solo participan, sino que lideran. Son creadoras y emprendedoras que con su talento están transformando sus comunidades y generando nuevas formas de desarrollo económico. La creatividad está abriendo nuevas puertas para la creación de empleos y servicios innovadores, y las mujeres están desempeñando un papel clave en sectores donde antes no tenían visibilidad.

Sin embargo, aunque las oportunidades son grandes, aún persisten desafíos. El acceso a financiamiento sigue siendo un obstáculo para muchas mujeres emprendedoras que buscan convertir sus ideas creativas en negocios exitosos. Además, la protección de la propiedad intelectual es crucial para garantizar que reciban el reconocimiento y la compensación que merecen por su trabajo. Es esencial seguir invirtiendo en formación y capacitación, para que puedan desarrollar habilidades que les permitan adaptarse a las nuevas tecnologías y fortalecer sus iniciativas. Desde el BID, BIDLab y BIDInvest apoyamos a cerrar estas brechas mediante instrumentos innovadores de financiamiento, como los bonos sociales o de género de la banca privada o pública, el financiamiento y la concientización de los fondos de venture capital a favor de mujeres emprendedoras y eventos de networking, mentoría y conexión al mercado y capital como WeXChange.

Las industrias culturales y creativas representan una plataforma única para que las mujeres, como Marsia Taha, asuman un papel central en la construcción de un futuro más próspero y sostenible. Al fomentar la creatividad y el emprendimiento, estamos no solo diversificando las economías, sino también promoviendo la inclusión social, preservando el patrimonio cultural y celebrando la identidad en todas sus formas.

Estoy orgullosa de ver cómo las mujeres están generando un impacto social y económico significativo. Este es su momento.