Hanielo

“Bolivia tiene una estética rica, compleja y aún poco explorada. Ser parte de esta generación significa abrir puertas para que el mundo la vea en su dimensión real”.

“Soy creador de contenido enfocado en moda, cultura digital y narrativa visual. He construido una comunidad que conecta con mis proyectos, entre ellos “Convirtiendo a Albertina en Modelo”, donde exploro representación, identidad y el lujo ancestral boliviano. También dirijo una serie sobre moda y política, mostrando cómo la estética influye en el poder y en la conversación pública. Mi objetivo es seguir desarrollando proyectos que permitan a las personas ver, a través de mis ojos, que la moda está en todas partes: en cómo nos mostramos, en lo que consumimos, en la cultura que construimos y en la forma en que nos relacionamos con el mundo”, nos cuenta el polémico y querido Haniel Dueri y agrega: “Mis logros más importantes no solo se miden en números, sino en haber construido una voz propia en un ecosistema tan acelerado como las redes sociales. Destaco: Crear contenido con una narrativa estética y reflexiva que conecta con miles de jóvenes. Impulsar proyectos que abren conversaciones sobre representación, identidad y talento boliviano. Llevar la moda boliviana —y nuestras historias— a audiencias globales. Entre los desafíos más grandes ha estado aprender a equilibrar creatividad, disciplina y autenticidad en un mundo donde todo cambia cada segundo. Pero esos mismos retos me han permitido crecer y profesionalizarme continuamente”.

En relación a su generación, Hanielo nos dice: “Estamos en un momento donde los jóvenes bolivianos estamos redefiniendo lo posible. A nivel local, estamos demostrando que la creatividad desde Bolivia puede ser global, contemporánea y culturalmente relevante. Ya no buscamos encajar: estamos construyendo nuevas narrativas. A nivel global, la estética latinoamericana vive un renacimiento. Nuestro rol es traducir nuestra identidad a lenguajes universales, sin perder autenticidad. Bolivia tiene una estética rica, compleja y aún poco explorada. Ser parte de esta generación significa abrir puertas para que el mundo la vea en su dimensión real”.

Para estas fiestas de fin de año envía un lindo mensaje: “Deseo que este fin de año cada persona pueda reconocerse con más amor, ambición y paciencia. Que dejemos de pensar que nuestros sueños son demasiado grandes para el lugar del que venimos. Bolivia tiene un potencial inmenso, y nuestra generación está comenzando a demostrarlo. Que el 2026 sea un año para atreverse: a crear, a mostrarse, a ocupar espacios y a transformar la narrativa del país. Porque no somos herencia: somos tendencia, somos presente y somos la generación que está moviendo a Bolivia hacia adelante”.