TST Nº 16

May 1, 2024

Gustavo Jáuregui Gonzáles

La transición generacional y de género en el ambito empresarial, un gran desafío y a la vez, una gran oportunidad

De acuerdo a datos oficiales del SEPREC, a marzo de 2024 en Bolivia se tienen registrados 380.186 empresas, de las cuales el 78% (296.675 empresas) son unipersonales. El eje troncal (La Paz, Santa Cruz y Cochabamba) concentran el 77% (294.213 empresas) del total de la base empresarial.

De acuerdo con el Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital en Bolivia 2023 realizado por Fundación SOLYDES y otros colaboradores, se identificaron 147 startups en Bolivia, de las cuales el 44,2% están en Santa Cruz, el 33,3% en La Paz y el 15,6 en Cochabamba. De estas el 30% corresponden a Fintech, 14% ecommerce y el 14% tecnología educativa.

El mundo viene experimentando cambios sin precedentes en todos los ámbitos, como ser el social, económico, político, tecnológico y ambiental. Estos, están interrelacionados de alguna forma y generan una dinámica compleja que desafía nuestra comprensión del mundo y nuestra capacidad para adaptarnos. Además, en la actualidad los cambios se presentan de manera más acelerada que en el pasado, dicha aceleración tiene causas y consecuencias importantes que debemos comprender para adaptarnos a un mundo en constante transformación.

De igual forma, en el mundo empresarial se viene experimentando un momento crucial, marcado por dos transiciones fundamentales: la generacional y la de género. En el caso de la transición generacional, podemos referirla al traspaso del liderazgo de las empresas de la generación Baby Boomer a las generaciones X, Millennial y Z. En lo que corresponde a la transición de género, podemos referirla a la creciente participación de las mujeres en todos los niveles de las organizaciones, empresas y emprendimientos, incluyendo puestos de liderazgo.

La transición generacional y de género en el ámbito empresarial es un proceso inevitable que presenta tanto desafíos como oportunidades. Por un lado, implica la salida de la fuerza laboral tradicional y la entrada de nuevas generaciones con diferentes valores, expectativas y estilos de trabajo. Por otro lado, ofrece la posibilidad de renovar las empresas, inyectar nuevas ideas y crear una cultura laboral más diversa e inclusiva.

A este análisis se deber sumar el modelo de gestión que caracteriza a la empresa en particular. Factores como el gobierno corporativo, que refiere al conjunto de normas, principios y procedimientos que regulan la estructura y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa, así como el modelo de gestión de las empresas familiares, que dependerá de diversos factores, como el tamaño de la empresa, la edad y experiencia de los miembros de la familia, la cultura empresarial y los objetivos a largo plazo.

Algunos retos y desafíos que enfrentar el proceso de “transición generacional” están relacionados con algunos factores como ser, las diferencias culturales y valores, puesto que las nuevas generaciones tienen valores, expectativas y estilos de trabajo diferentes a las generaciones anteriores, también la falta de preparación, puesto que la generación saliente no siempre está preparada para delegar responsabilidades o transferir conocimientos, la resistencia al cambio por parte de la generación saliente a aceptar nuevas ideas y métodos.

De igual forma, el proceso de la transición de género deberá enfrentar algunos retos y desafíos relacionados con factores tales como, los estereotipos de género que aún las limitan en su acceso a puestos de liderazgo, el tema de la brecha salarial y la falta de acceso a redes de apoyo profesional.

Todo esto contrastado con las oportunidades que plantean ambos procesos, como ser “la innovación” que pueden aportar las nuevas generaciones que permitan explorar nuevas ideas y perspectivas para las empresas, “la diversidad generacional” que puede mejorar la toma de decisiones y la creatividad, así como “la adaptación al cambio” menos rígida de las nuevas generaciones. Asimismo, en lo relacionado a la transición de género se podría destacar “la inclusión de las mujeres en el liderazgo” que a su vez amplia las alternativas de talento disponible, y el impulso a cultura más inclusiva puede crear ecosistemas más adaptables a la dinámica actual una cultura más inclusiva y diversa en las empresas.

A pesar de que aún tenemos un largo trayecto para fortalecer el tejido empresarial y emprendedor en Bolivia, se debe generar conciencia sobre la adecuada planificación de la sucesión, el mentoring y coaching que facilite la transferencia de conocimientos, el fomento a la cultura abierta al cambio y a la innovación, y el impulso a programas de desarrollo para mujeres con potencial de liderazgo. Las empresas y emprendimiento que logren gestionar estas transiciones de manera efectiva y eficiente, con un enfoque estratégico y proactivo, estarán mejor posicionadas para afrontar el dinamismo que plantea la coyuntura actual y lograr éxito en el futuro.

Gustavo Jáuregui Gonzáles

Ingeniero Comercial – MBA
Especialista en Gerencia Estratégica y de Organizaciones Empresariales
Es Gerente General de la Cámara Nacional de Comercio (CNC – Bolivia)

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