“Hace más de un año, cumplí un sueño que tenía desde que empecé mi carrera: tener mi propia marca de ropa. Después de haber trabajado por más de cinco años en Milán, Italia, y observar todos los residuos de telas, la gran cantidad de ropa no vendida, muchas prendas con defectos que no podían ser comercializadas y la explotación laboral, decidí crear mi propia marca”, así comienza Andreina a contarnos acerca de Andreina Upcycling, una marca sostenible, innovadora y con diseños que llaman la atención dentro y fuera de Bolivia.
“Mi marca tiene como objetivo la protección del medio ambiente a través de la utilización de materiales reciclados, o lo que comúnmente se conoce hoy como upcycling. Este proceso consiste en utilizar materiales sobrantes de las grandes industrias textiles y transformarlos en nuevos productos sin descomponer los materiales en sus componentes brutos”.
Su objetivo es desarrollar artículos que superen en valor y durabilidad a los materiales originales, logrando que cada persona se distinga con un estilo único y, sobre todo, que se sienta realizado y positivo acerca de su impacto en el mundo.
“En el año 2011, decidí salir de Bolivia en busca de mi sueño de dedicarme al mundo de la moda. Estudié en uno de los institutos más reconocidos en el arte del diseño de moda, el “Istituto Marangoni”, del cual han egresado diseñadores famosos como Franco Moschino y Domenico Dolce de Dolce & Gabbana. También realicé un curso de patronaje para poder crear mis diseños personalmente”.
Cuando terminó sus estudios, comenzó a trabajar para una marca de ropa italiana, donde durante cinco años ocupó diferentes posiciones en toda la cadena productiva. Esta experiencia le permitió entrar en la industria de la moda y descubrir todo lo que ocurre detrás. “Fue entonces cuando decidí crear una marca que tenga el menor impacto posible en el medio ambiente, ya que la industria de la moda es responsable del 8% de los gases de efecto invernadero y del 20% del desperdicio de agua a nivel mundial”.
Esta joven diseñadora, a sus 32 años, considera que lleva poco tiempo en esta industria, especialmente en Milán, una de las ciudades más competitivas en el ámbito de la moda. “Hay muchísimas marcas, sin embargo, siento que me estoy posicionando poco a poco. Uno de mis logros recientes fue vestir a una cantante famosa “Angelina Mango” que ganó San Remo, uno de los festivales más prestigiosos de Italia. En Bolivia, mis desfiles son siempre un logro increíble. Cada año, creo prendas distintas e innovadoras para presentar un show que refleje al 100% la esencia de mi marca”.
El desafío más grande que siente es encontrar materiales que reflejen su visión de la moda: materiales de fibras naturales y de alta calidad. “Las fibras naturales son biodegradables y, por lo tanto, tienen un menor impacto ambiental en comparación con las fibras sintéticas. Otro de los desafíos con los que lucho constantemente es educar al consumidor para que sea más consciente a la hora de comprar. Es fundamental que se haga preguntas como: ¿Quién hizo esta prenda? ¿Por qué cuesta tan poco? ¿Qué material se ha utilizado? Aún existe mucha desinformación a nivel global, pero poco a poco, con la ayuda de todos, lograremos un cambio significativo”.
Como una empresa sustentable enfocada en el upcycling, sus metas a futuro incluyen expandir la visibilidad de su marca para que más personas conozcan y valoren la moda sostenible. “Planeo colaborar con otros diseñadores y artesanos para crear colecciones exclusivas que promuevan prácticas responsables y el consumo consciente. Mi objetivo es contribuir a una industria de la moda más ecológica y consciente, y ofrecer a mis clientes opciones de moda que respeten al planeta y fomenten un estilo de vida más sostenible”.