“Mujeres dejando Huella”, nace con el objetivo de reivindicar y visibilizar el papel crucial que desempeñan las mujeres trabajadoras en el ecosistema organizacional”
Administradora de Empresas de la Universidad Católica Boliviana con estudios de post grado y especializaciones en el INCAE Business School, cuenta con más de 23 años de experiencia en la gestión de recursos humanos y en el desarrollo de una cultura y clima organizacional de alto impacto. “Mi experiencia abarca una amplia gama de áreas clave, incluyendo el desarrollo del talento, reclutamiento y selección de personal, así como la implementación de estrategias de compensaciones y beneficios. He liderado iniciativas de capacitación y desarrollo organizacional, y poseo experiencia significativa en el establecimiento de relaciones sindicales basadas en el diálogo y el respeto” nos cuenta y complementa; “mi carrera se ha desarrollado en empresas de renombre, como Entel, Cofar, La Papelera, y actualmente en SOBOCE, operando en mercados altamente competitivos y sujetos a rápidos cambios tecnológicos. En estos roles, he contribuido activamente al crecimiento y adaptación de estas organizaciones, fomentando culturas organizacionales que evolucionan constantemente para enfrentar los desafíos del futuro”.
“En SOBOCE, estamos comprometidos con promover la equidad de género y empoderar a las mujeres dentro de la empresa. Una de las iniciativas más destacadas es la creación de la comunidad “Mujeres dejando Huella”. Esta comunidad nace con el objetivo de reivindicar y visibilizar el papel crucial que desempeñan las mujeres trabajadoras en el ecosistema organizacional, promoviendo su desarrollo holístico, empoderamiento y reconocimiento”, nos cuenta orgullosa al momento de hablar de las acciones que lleva adelante SOBOCE en términos de empoderamiento femenino.
Para apoyar este compromiso, se ha implementado un plan de formación centrado en el liderazgo y empoderamiento femenino, el mismo que está diseñado para inspirar y guiar a las mujeres de SOBOCE en su búsqueda de desarrollo personal y profesional, asegurando que tengan un papel protagónico y visible en todos los niveles de la organización.
Sin embargo, considera que en el futuro, aspira a ver un cambio en el que la inclusión y el rol protagónico de la mujer en las organizaciones no sean el resultado de programas específicos diseñados para impulsar la equidad de género, sino más bien, una realidad arraigada y una práctica cotidiana de las empresas. “Me gustaría que se llegue a un punto en el que la equidad de género sea tan intrínseca en la cultura de las organizaciones, que la necesidad de programas específicos para promoverla no sea necesaria. En este ideal, las capacidades, talentos y la contribución de las mujeres serán reconocidas y valoradas de manera natural, lo que permite un verdadero equilibrio en oportunidades, liderazgo y participación en todos los niveles de decisión, sin barreras ni sesgos de género”.
Finalmente aconseja a los más jóvenes, que se desafíen a sí mismos cada día para ser su mejor versión, con la preparación y el conocimiento adecuados, pero también con la valentía de tomar decisiones, incluso cuando esto implique enfrentarse al riesgo de equivocarse, recuerden que las equivocaciones no son fracasos, sino lecciones para el aprendizaje. ”Mantengan una actitud positiva y resiliente, ya que la resiliencia es la cualidad que permite navegar a través de los desafíos y emerger con fortaleza; la actitud de una persona determina la altitud a la que puede llegar; por lo tanto, es esencial enfocarse en las metas con determinación y optimismo”.